“Historia”

Fiesta declarada de interés turístico internacional

Sabucedo es una parroquia situada en el sur del Concello de A Estrada (Pontevedra), con una extensión de 5,9 km2. Cuenta con una sóla entidad de población y en la actualidad no supera los 60 habitantes. Sin embargo, en Sabucedo tiene lugar una de las más elevadas manifestaciones de autenticidad, identidad, y voluntad colectiva de todas las que integran nuestro legado cultural: A rapa das bestas de Sabucedo.


La Rapa comienza rememorando el vínculo ancestral de los caballos con lo divino. Durante la “misa de la alborada” se pide protección a San Lourenzo para los animales y las personas que participan en la fiesta. A continuación se sube al monte en busca de los caballos. Vecinos y visitantes colaboran en grupos reuniendo las manadas. Finalmente, el sábado, se conducen en un gran cerco a la aldea.


La parte más espectacular de la fiesta es el Curro, donde los “aloitadores” y caballos confrontan técnica y fuerza cuerpo a cuerpo, para inmovilizar al animal y cortarle las crines. Existe una zona de acampada habilitada y una sorprendente oferta de ocio nocturno.

La Leyenda

Los vecinos de Sabucedo mantienen comunitariamente la creencia de que el origen de esta fiesta están en el hecho de una gran peste que devastó la comarca. En tal situación dos hermanas le ofrecieron a San Lourenzo, patrón de la parroquia, dos yeguas (“bestas”) de su propiedad si las defendía del contagio. En el tiempo que duró la amenaza de la pesta, las hermanas se refugiaron en una cabaña no muy lejana del pueblo (ha huída era entonces considerada como el mejor remedio para no perecer). Pasada la peste cumplieron con su promesa, dándole al párroco las yeguas, que andando el tiempo se multiplicaron por los montes próximos.

Sobre este posible origen de la Rapa das bestas no hay muchas noticias en los libros parroquiales, aunque existen algunos datos que podrían estar de acuerdo con ella en topónimos que parecen tener relación con el sitio, próximo a Sabucedo, donde las hermanas se refugiaron; por ejemplo, “A Cabana” (“O Coto da Cabana”), una finca situada en una carballeiraa un kilómetro más o menos de la aldea en la que se encuentran restos (en los años ochenta del siglo pasado aún visibles, soterrados después y redescubiertos arqueológicamente en el año 2013) de muros o pareces de una antigua casa; hay también en el entorno de la misma ”Cabana”, otros topónimos como “Carballeira das Vellas”, “Lebagueiras vellas”, “Fonte das Vellas”, etc.

En cualquier caso, la tradición oral podría estar basada en alguna de las pestes de las que hay constancia que tuvieron lugar desde la segunda mitad del siglo XVI.  Sabemos concretamente de una peste bubónica en el año 1567. En el “Tumbo E” de la Catedral de Santiago hay esta anotación:

“Año de mill e quinientos sesenta y siete por el mes de Octubre empeçó la pestilencia en el puerto del Grobe y duró más de año y medio; y de allí dio en Caldas de Reyes, en Codeseda, en Noya, en Rianjo; y por Mayo de sesenta y nuebe empeçó en la villa de Vigo y en la ciudad de Santiago, y duró en ella hasta el mes de henero de setenta. Murieron en Sanctiago ocho mil personas de toda suerte”.

Naturalmente, de esta o de otras pestes posteriores no puede haber constancia en documentos parroquiales, dado que comienzan a escribirse a finales del siglo XVII (en el año 1682).

Petroglifos

En cualquier caso, no se sabe con certeza cuando el pueblo de Sabucedo comenzó a relacionarse con las “bestas”. En los petroglifos de los siglos XVIII-VIII a. C. encontrados en los montes donde viven libres los caballos de Sabucedo hay grabados en los que aparecen caballos, muchos con jinetes tratando de dominar al animal.

Prospección arqueológica

Se puede afirmar que si Roma tiene dos padres mitológicos, los hermanos Rómulo y Remo, la Rapa das Bestas de Sabucedo tiene dos madres legendarias de las que, a parte de la tradición oral, se conservan, gracias a una prospección arqueológica, los vestigios de lo que fue su vivienda, “A Casa das Vellas”, lugar de obligada visita para todo buen amante de nuestra tradición.

Chan da lagoa

Ciervos, combinaciones circulares, pseudolaberínticas, y escenas de equitación en Chan da Lagoa, en Parada.

Outeiro dos Cogoludos

Jinetes de uno de los petroglifos de Outeiro dos Cogoludos, en Paredes